miércoles, 24 de agosto de 2016

¿COMO SE ORIGINA UNA MENTALIDAD POBRE?


Por inverosímil o poco creíble que parezca hay quienes aseguran que el origen de la pobreza no siempre está en la ausencia del dinero, sino en nuestra mentalidad.

A continuación detallaremos cuatro claro ejemplos que podemos revertir.




1.-La mentalidad.

¿Te has preguntado por qué siempre hay polvo, mugre y descomposición donde hay pobreza? Casi siempre donde hay miseria hay algo roto o manchas y basura. ¿Y por qué será esto? La conferencista rusa Natalia Grace expone que la mugre no es una manifestación de la falta de dinero y mucho menos es una consecuencia, sino que es un reflejo de la mentalidad de quien habita el lugar ocupado por el caos.

Es decir, es una mente sin aseo. Una mente desordenada que necesita reprogramarse para “limpiarse”, encontrar aquello que le sirve, desechar lo que no y comenzar a cambiar su entorno.

No es casualidad que las personas que tienen dinero o son ricos también tienden a ser muy organizadas y limpias, tienen todo en orden y generalmente su entorno de trabajo o su casa está impecablemente limpio. Así que el camino a la riqueza empieza allí mismo con lo que tienes, siendo fiel a ello, sea mucho o poco. Al decir ser fiel, es cuidar muy bien tus bienes, limpiar tu escritorio, tender tu cama, limpiar tus zapatos etc.



2.-La Mezquinidad
¿Por qué será que es común dejar nuestras mejores ropas, accesorios o, incluso, nuestra mejor vajilla para “ocasiones especiales”? o, ¿por qué será que a algunas personas les duele gastar en sí mismos? Mientras los platos, las prendas y los accesorios den cuenta del tiempo, guardados esperando un “gran día”, la realidad se manifestará como un dueño que vive esperando un futuro que nunca llegará o que nunca sentirá que habrá llegado.

Y mientras duela gastar en uno mismo lo único que se reflejará es una mentalidad que no puede creer que como persona se merezca lo mejor (en cualquier aspecto).

Hay muchas personas en las redes sociales que critican a STARBUCKS pues dicen que su café es caro y así privándose de este “pequeño lujo”. Bueno, cada quién es libre de tomar el café de su preferencia, pero cuando eres mezquino contigo mismo o en pequeños detalles en realidad estás mandando un “mensaje al universo” de “no puedo” o “no merezco”. También puede ser baja autoestima o poco amor propio.

Cuando una persona con mentalidad de pobreza ve un celular bastante caro lo primero que dice es: “NO PUEDO COMPRARLO”. En cambio cuando una persona con mentalidad millonaria ve el mismo celular lo que se pregunta es ¿QUE PUEDO HACER PARA ADQUIRIRLO?. Aun cuando no tenga dinero se las arreglará para conseguirlo.




3.-Los complejos 
¿Has notado la astucia de la pobreza? algo que en nuestra realidad llamamos “lo arreglamos con alambre” Estos salen a la luz cuando existe una mente “mezquina” o que le duele gastar.

Pero cuando eres mezquino contigo mismo o en la compra de un bien necesario en realidad estás enviando un “mensaje de escasez” al universo. Programando en tu mentalidad pensamientos de NO PUEDO O NO MEREZCO que producen una vida limitada y sin abundancia. Mucho ojo en las decisiones que tomas.

No me malentiendan, yo se que en ocasiones no hay dinero para arreglar estos detalles. El problema tiene mucho de su origen en los bajos sueldos, pero también es cierto que con una cantidad pequeña de dinero es posible verse decente o verse miserable –según lo que uno prefiera–.

Un gran ejemplo es una persona que gana muy poco, pero no puede vivir sin la televisión, así que se endeuda para comprar una pantalla y, cada mes, se “sacrifica” para pagar un paquete básico de tv por cable.

Quizá esta persona es también alguien que sufre del punto número 1; sin embargo, por la misma cantidad al mes que gasta en la suscripción, puede comprar lo necesario para limpiar y ordenar su hogar y así vivir en armonía, como primer paso.

Como segundo paso, podría destinar ese dinero en unos mejores zapatos y en un mejor traje –ambos sencillos, pero decentes–, entre otros bienes o servicios que le permitan competir en el mercado laboral y quizá obtener un mejor empleo sólo por el plus de la siempre requerida “buena presentación”.



4.-La mente programada.
En un entorno como el descrito, los más pequeños se acostumbran a esos escenarios faltos de higiene y dignidad; pero también se acostumbran a algo más peligroso: la mentalidad. Así, la mugre y la miseria pueden disminuir la autoestima de las personas, porque al encontrarse constantemente en condición paupérrima, se programa el cerebro para limitar su capacidad de acción y comenzar a cambiar su entorno y su día a día.

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