miércoles, 30 de noviembre de 2016

Descubre tu pasión

¿Quieres iniciar un negocio pero aún no estás seguro en qué? Estos creativos ejercicios te ayudarán a encontrar tu idea para emprender.



Benjamin Disraeli, un primer ministro británico del siglo XIX, dijo una vez: “el hombre solamente es grande cuando actúa movido por la pasión”. Si quieres ser emprendedor, explorar las sendas de la creatividad para hallar tu pasión es tal vez la vía más rápida para incrementar tus posibilidades de abrir un negocio exitoso. ¿Por dónde empezar? 

Aquí hay cinco ejercicios para ayudarte a descubrir tu verdadera pasión:

1. Recuerda tu infancia. ¿Qué te encantaba hacer? “Es sorprendente cuánto nos desconectamos de las cosas que nos causaban la mayor alegría para, en su lugar, favorecer lo que resulta más práctico”, dice Rob Levit, un experto en creatividad, orador y asesor de negocios de la ciudad de Annapolis, en el estado de Maryland, EE.UU. 
 “Las investigaciones muestran que hay mucho por descubrir en un juego, no importa si se es adulto”, afirma. Comienza por enlistar algunas de las actividades, alimentos favoritos y eventos destacados de tu niñez.

Y plantéate las siguientes peguntas: ¿qué se puede rescatar y añadir a tu vida actualmente? ¿Cómo pueden esas experiencias pasadas influir ahora en tu elección de una carrera o actividad profesional?

2. Arma un “mural de creatividad”. Comienza por tomar un gran tablero de corcho, rotafolios o algo parecido, y coloca en el centro las palabras “nuevo negocio”. Crea un collage de imágenes, frases, artículos, poemas y otros elementos de inspiración como sugiere Michael Michalko, autor de los libros: Los secretos de los genios de la creatividad y Thinkertoys: cómo desarrollar la creatividad en la empresa.

“La idea es que cuando te rodeas de imágenes que representan tu intención –quién quieres llegar a ser o qué quieres crear–, tu conciencia y pasión crecen”, asegura Michalko. Conforme tu collage avance y se vaya concentrando, identificarás qué le falta e imaginarás maneras de llenar los blancos y hacer realidad tu visión.

3. Haz una lista de gente que esté donde tú quieres estar. No tienes que reinventar la rueda; estudia a las personas que han tenido éxito en el área en donde buscas emprender. Por ejemplo, durante la recesión, mucha gente se alejó del mercado de bienes raíces porque pensó que era un callejón sin salida. 

Levit cree que es el momento perfecto para meterse cuando la mayoría se está alejando, porque sin importar de qué negocio se trate, hay quienes tienen éxito en él. Analízalos, comprende cómo y por qué son capaces de seguir teniendo éxito cuando todos se están dando por vencidos y luego, establece las estructuras para emularlos. “Si quieres ser creativo, traza un plan riguroso y formal”, señala el experto de Annapolis. “No es el plan la parte creativa: más bien es el proceso por el que pasas el que te abre tantas posibilidades”.

4. Comienza a hacer lo que amas. Incluso, sin un plan de negocios. Mucha gente espera hasta que tiene un extenso documento por escrito, junto con inversionistas deseosos de darle dinero a manos llenas... Pero sus ideas nunca llegan a ver la luz del día, dice Cath Duncan, experta en creatividad y consejera que trabaja con emprendedores y otros profesionales en Calgary, Canadá.

Ella recomienda emprender en aquello que disfrutas, incluso si todavía no se te ha ocurrido cómo capitalizarlo. Haz la prueba de lo que podría ser el hecho de trabajar en un área que te apasione, construye tu red de negocios y pide retroalimentación, la cual te ayudará a desarrollar y afinar tu plan de negocios

Esta es una manera de mostrar no sólo el valor que aportarás, sino que también te permitirá obtener testimonios para arrancar tu empresa cuando estés listo para hacerlo oficialmente. “Sin embargo, quizá lo más importante es que te alejará de la parálisis y el temor”, agrega Cath. 

5. Toma un respiro. Haz a un lado el pensamiento empresarial. Aunque podrías sentirte incómodo, en ocasiones la mente necesita descansar de ese canal de pensamiento, advierte Levit, quien recientemente comenzó a escribir haiku, una forma poética japonesa. Tal vez a ti te funcione la escritura creativa, la pintura, correr o la jardinería.

Luego de que te tomes unas vacaciones mentales (consintiéndote con algo que te apasione), puedes iniciar o retomar un diario y poner por escrito todos los proyectos de negocios que acudan a tu mente. Te sorprenderá cuán renovadas y frescas estarán tus ideas. Mirar cosas hermosas –arte y naturaleza– crea conexiones que a menudo pasamos por alto. Regístralas, cáptalas mediante la escritura y úsalas.

10 claves para aprender a vender tu empresa o producto

En el mundo de los negocios hay dos clases de personas: los vendedores y los negociadores. Y lo habitual es que si uno es bueno negociando, no lo sea vendiendo, o al revés. Esto se debe a que cuando eres vendedor, quieres que te digan que “sí”, mientras que si eres negociador tienes que saber cuál es el momento perfecto para decir “no”.



Para James Altucher, inversor, programador, escritor y emprendedor, la clave está en negociar sólo con aquellas personas a las que quieres vender algo. Aunque no hay que olvidar que el objetivo es vender algo a alguien y la negociación nunca será tan importante como logra la venta al final. Por ello, Altucher ha repasado, en TechCrunch, 10 claves para vender tu compañía o producto:
1. ¿Cuál es el valor vital para los consumidores?
Regalar un producto o un artículo en el que aparezca el nombre de tu empresa tiene un valor vitalicio para ti, que irá más allá del coste que te haya podido suponer.
2. ¿Cuáles son los beneficios auxiliares de contar con ese cliente?
Cuando Altucher creó Miramax.com por 1.000 dólares su equipo se convirtió en el grupo que hizo Miramax.com. Esto ayudó a conseguir otros 20 clientes más con un valor bastante superior. Puedes conseguir muchos más clientes invirtiendo o recortando gastos en otro.
3. Averigua la historia completa de tu cliente
Tienes que querer a tu cliente y a todos sus productos. Aprende a apreciar a tu cliente aprendiéndolo todo sobre sus productos.
4. Aporta funciones extra
Haz que tu primer proyecto sea barato. Y sean cuales sean las condiciones, añade algunas funciones extra y nuevas. Esto volverá completamente loco a tu cliente. No olvides que tu cliente es un humano, y tiene un jefe ante el que quiere quedar bien, por lo que si le das razones para promocionarse en la empresa, te adorarán y querrán trabajar contigo más veces.
5. Ve más allá
Es posible que tu cliente tenga que enfrentarse a un problema que pueda afectar realmente a su negocio. Ayúdale aportando soluciones que tengas a tu alcance y estará eternamente agradecido. No se trata sólo de convertirse en una inversión para tu cliente, sino en realizar acciones de relaciones públicas, e incluso de psicología, para agradar a tus clientes.
6. Recomienda a tu competencia
Piensa en las dos páginas más importantes de internet: Yahoo y Google. Los dos tienen links a la competencia, a otras páginas web. Y es que si te conviertes en una fuente de confianza todo el mundo volverá a ti, porque valorarán tu conocimiento y sólo podrán conseguirlo a través de ti o de tu empresa.
7. Genera ideas
Si quieres que tu cliente vuelva, ponte en su lugar y piensa cómo podrías ayudarle. Tus clientes acuden a ti para que les ayudes con nuevas ideas para su empresa. Por ello, genera nuevas ideas y habla sobre ello.
8. Déjate ver
Si quieres trabajar para alguien, averígualo todo sobre él, sobre lo que le gusta y lo que necesita. Luego déjate ver y conviértete en su recurso cada vez que necesite alguno de los productos o servicios que le puedas ofrecer.
9. Conocimiento
Apréndetelo todo sobre la industria en la que te mueves. Tienes que sentir que eres la persona que más sabe sobre el ámbito en el que te mueves de todo el mundo.
10. Quiere a tu negocio
Sólo puedes ganar dinero de verdad si te gusta lo que haces. Si te encuentras estancado en un trabajo que no te gusta sólo harás lo estrictamente necesario y no serás feliz. Se te encanta algo, querrás seguir aprendiendo, conseguir contactos y crear tu negocio como nunca antes lo hizo nadie. Apartarás a la competencia y atraerás a los clientes.

Cómo se elabora un modelo Canvas

Todo esto se quedaría en aburrida teoría si no fuésemos capaces de poder mostrarlo gráficamente. El mejor ejercicio que se puede hacer es utilizar The Business Model Canvas, que permite ver y moldear en un solo folio –estructurado en nueve elementos– cuál es nuestro modelo de negocio.


y muchas formas de explicar cómo diseñar un modelo de negocio, “pero The Business Model Canvas, creado por Alexander Osterwalder(http://alexosterwalder.com), permite, de forma gráfica, explicarlo de manera muy sencilla”, recomienda Megías.
Como explica Osterwalder en el libro Generación de modelos de negocio (www.businessmodelgeneration.com), de Ediciones Deusto (Grupo Planeta), “la mejor manera de describir un modelo de negocio es dividirlo en nueve módulos básicos que reflejen la lógica que sigue una empresa para conseguir ingresos. Estos nueve módulos cubren las cuatro áreas principales de un negocio: clientes, oferta, infraestructuras y viabilidad económica”.



Lo que viene a decir The Model Canvas, sostiene el consultor Javier Megías, es que “tienes una propuesta de valor, que es lo que te hace especial en el mercado –y que está colocada en el centro del lienzo (ver la distribución en el gráfico)–. Tu propuesta de valor la tienes que llevar a una serie de clientes (que es lo que está ubicado a la derecha), con los que tendrás que establecer una serie de relaciones. Y para llevar esa propuesta de valor a los clientes, lo tienes que hacer a través de unos canales –comerciales, Internet, tiendas offline, etc.–. Eso sería de puertas hacia fuera. De puertas hacia dentro (a la izquierda en el lienzo), tienes las actividades y los recursos clave, es decir, lo que obligatoriamente tienes que hacer y lo que es crítico dentro de tu modelo de negocio, y los socios clave con los que vas a trabajar”. Y por último, y no menos importante que los otros siete elementos, la estructura de costes y las líneas de ingresos de tu negocio.
Asociaciones clave
Entre los emprendedores, cada día, hay un mayor interés por establecer acuerdos de colaboración con terceros para compartir experiencias, costes y recursos (socios estratégicos, socios industriales, socios inversores, economías de escala, etc.) que les permitan diseñar, desarrollar y gestionar sus proyectos de negocio.
Como señala Megías, la pregunta es: “¿Con qué alianzas vas a trabajar? Este es un aspecto que cada día se está potenciando más. Es lo que se conoce como innovación abierta, ya que un emprendedor tiene que trabajar en un ecosistema con más gente y con más emprendedores”.
Un ejemplo de trabajo colaborativo es el propio libro Generación de modelos de negocio, de Alexander Osterwalder, que para su elaboración ha contado con la participación de casi 490 colaboradores de 45 países. O uno de los modelos de negocio innovadores de los que hablaremos después: crowdsourcing o cocreación.
Estructura de costes
Un aspecto que no se tie ne muy en cuenta cuando se define el modelo de negocio es cuándo cobra tu empresa. El santo grial de los financieros son las necesidades operativas de financiación que tiene que ver con ¿cobras de tu cliente antes de pagar a tus proveedores? “Es el modelo Mercadona. Lo que gana de los clientes que compran en sus tiendas lo tiene en el bolsillo 90 días hasta que paga a sus proveedores. En un modelo así, tu obsesión tiene que ser crecer, porque cuanto más creces más dinero tienes en el bolsillo. Y curiosamente hay empresas con necesidades de financiación que acaban ingresando, al menos, el 50% de sus ingresos por beneficios financieros. Es decir, si esos 90 días pongo el dinero a rentar puedo ganar mucho más”, explica Megías.
En contraposición a ese modelo está el de la consultoría: “Contratas el proyecto con tu cliente –destaca este experto– y empiezas a ejecutarlo. Dura tres meses y tus empleados ‘tienen la fea costumbre’ de cobrar todos los meses. Estás invirtiendo dinero que aún no has cobrado para lograrlo al final”.
De ahí que las necesidades de financiación sean un elemento a analizar escrupulosamente, “porque un modelo con necesidades como éstas tiene un problema: si crece mucho, puede morir de éxito. Imagina un crecimiento del 200%, como vas a necesitar más empleados, ¿con qué vas a pagar sus nóminas que ahora son más y no tienes hasta que no cobres? Incluso peor en los casos en los que la consultora cobra sólo si tiene éxito. Por ejemplo, hay empresas que trabajan con la Administración y cobran a 660 días, y eso genera una tensión de tesorería tremenda”.
La tesorería manda. Megías considera que la tesorería es la que manda: “Muchos suelen fijarse sólo en las ventas que generan y pueden entrar en una espiral de la muerte, donde, aunque tengan mucho trabajo, cada vez pierdan dinero. A menos que tengas un modelo estilo Mercadona o outlet online, la tesorería manda”.
Carpintier recomienda “definir cómo financiarás un negocio que, al principio, no es rentable. Haz un análisis de tesorería y calcula qué dinero necesitarás en el tiempo hasta que seas rentable”.
Por eso, el modelo de negocio es un todo: “Hasta que alcanzas el breakeven, la rentabilidad está en negativo. En ese sentido, hay que dimensionar de forma conservadora para aguantar 1,5 veces el valle de la muerte”, puntualiza Megías.
Riera recomienda calcular cuánto ganas de cada venta y de qué manera contribuye a cubrir parte de los costes de estructura, y las pérdidas iniciales: “Analiza tu capacidad y velocidad de llegar a breakeven. Calcula qué inversión inicial necesitarás, qué parte para cubrir las pérdidas iniciales hasta llegar al punto muerto. Calcula el ciclo de venta hasta que llega el dinero a tu bolsillo, que suele ser mucho más largo de lo previsto. Hay previsiones que dicen que tendrás ventas a partir del segundo mes y, según qué mercado, puedes estar más de seis meses invirtiendo sin generar ingresos”.
Tu propuesta de valor
Es aquello que te hace diferente de la competencia… pero sin olvidar un pequeño detalle: aquello que te hace diferente y por lo que tu cliente está dispuesto a pagarte. Puedes tener la idea del siglo, pero si no tienes clientes, de nada sirve. Ambos –propuesta de valor y cliente– se necesitan como el oxígeno para respirar. “Hay emprendedores que diseñan su modelo alrededor de una propuesta de valor centrada en resolver una necesidad determinada de un cliente, pero no es por la que está dispuesto a pagar. Es una necesidad que le parece interesante, pero de ahí a pagar por ella hay una gran diferencia. Cuando le preguntas a los clientes qué cosas les gustaría tener, muchas no son cosas por las que estarían dispuestos a pagar. Por eso, lo importante es que cubra una necesidad por la que sí estén dispuestos a pagar”, subraya Megías. Para encontrar propuestas de valor, Riera aconseja plantearse preguntas como: ¿esto por qué se hace así? o ¿por qué siempre se ha hecho así?
Megías destaca que muchos emprendedores se dedican a buscar cosas que a nadie se les haya ocurrido, cuando la mejor estrategia para un emprendedor es resegmentar un nicho: “Imagina un mercado típico donde todo se hace a medida, donde hay una fuerza comercial que tiene que hablar cara a cara con el cliente y tratarlo con mucho cuidado –porque como todo es a medida y son procesos de producción lentos–. Por qué no darle la vuelta a ese nicho y, por ejemplo, en lugar de trabajar a medida, voy a hacer unos productos X e Y, y mi canal de venta será Internet, y será autoservicio, y te lo serviré en cuatro días y a un precio más competitivo. Muchas veces, los clientes no se han planteado que se puede hacer otra cosa, porque nadie se lo ha ofrecido antes. Si eres capaz de cambiar algo que existe ofreciéndole al cliente mejoras en todo el proceso, puede funcionar muy bien”.
Relaciones con los clientes
No menos importante, que el resto de elementos, es el tipo de relaciones que quieres establecer con cada uno de tus segmentos de clientes. Y las relaciones pueden ser, entre otras, personales (cara a cara, telefónicas, etc.), automatizadas (a través de tecnología como e-mail, buzones...), a través de terceros (externalización de servicios), individuales (personalizadas), colectivas (a través de comunidades de usuarios). “La clave aquí es cómo vas a conectar tu propuesta de valor con el cliente. Y eso tiene que ver con la sensación que quieres que produzca tu marca en el cliente. Por ejemplo, ¿soy un Corte Inglés, soy un Caprabo, soy un Zara, soy un Privalia, etc.? Es eso que es tan difícil de explicar, pero que es lo que diferencia que te compren a que no lo hagan”, sostiene Megías.
Actividades clave
Ésta es una de las piezas más complicadas de definir dentro de un modelo de negocio porque de ella depende que tengamos claro –y que así lo transmitamos al mercado– qué somos y qué queremos ser. Como explica Osterwalder en Generación de modelos de negocio, a modo de ejemplo: “La actividad clave del fabricante de software Microsoft es el desarrollo de software, mientras que la del fabricante de ordenadores Dell es la gestión de la cadena de suministros. A su vez, una de las actividades clave de la consultora McKinsey es la resolución de problemas”. O como afirma Megías: “No todas las actividades son clave, pero la producción o el marketing sí lo son”.
Recursos clave
Es el cómo vas a hacer tu propuesta de valor y con qué medios vas a contar: humanos, tecnológicos, físicos (locales, vehículos, naves, puntos de venta, etc.). Del estudio y análisis de este elemento depende, en gran parte, que el negocio llegue a ser viable, no tanto porque la propuesta de valor encaje en el mercado y haya clientes dispuestos a pagar por tus productos y/ servicios sino más bien porque mayores o menores recursos requerirán de mayores o menores esfuerzos financieros, intelectuales, de acuerdos con terceros, etc. De ahí que sea muy importante definir y valorar si, por ejemplo, vas a necesitar un equipo de ventas propio, externalizado; o si vas a llegar al cliente a través de una red de tiendas propias, franquicias u on line; o si vas a necesitar una flota de camiones o todo un complejo sistema logístico o vas a utilizar los recursos de socios estratégicos.
Fuentes de ingresos
Es la consecuencia de lo demás, pero paradójicamente tiene que ser a priori, es decir, antes de empezar debes saber cuáles serán tus fuentes de ingresos. Eso sí, no las definitivas, porque todo negocio evolucionará y su modelo, también.
La rentabilidad. “En Internet estaba de moda montar un proyecto sin tener un modelo. Twitter o Facebook son dos ejemplos claros de que empezaron ofreciendo el servicio sin rentabilizarlo al principio, porque nacieron con mucha financiación y lo que quieren inicialmente es ganar volumen para luego estudiar cómo entrar en la senda de la rentabilidad: ¿a través de publicidad, servicios premium, etc.?”, afirma Javier Martín, editor de Loogic.com.
Según Martín, lo que ocurre en España es, primero, “que no hay proyectos que nazcan con tanta financiación que les permita empezar sin saber cómo ganar dinero y, segundo, que los inversores no dan dinero sin tener definido un modelo y sin explicarles cómo vas a rentabilizar su dinero. Cualquier emprendedor tiene que conocer antes cómo lo va a rentabilizar, aunque luego cambie cosas a medida que vayan surgiendo nuevas opciones”.
¿Cómo generar ingresos? El experto en creación de empresas y profesor de Esade Joan Riera habla de lo que se conoce como la mecánica de generación de beneficios: “Consiste en ver que tienes un motor que, al arrancarlo, no se cala. Se suele diseñar el modelo con todas sus piezas y poner el motor en marcha para estudiar su mecánica de generación de ingresos. Imagina que vendes 100 unidades de tu producto y ves qué cuesta cada producto de manera marginal, qué costes de estructura tienes detrás, etc., así como qué perdidas iniciales tendrás, qué inversión inicial harás... En esta fase, debes hacer grandes números, cuantificar y ver que, además de que el motor no se cale, tienes capacidad de generar unos ingresos que son superiores a unos costes, unos márgenes y unos beneficios”.
En esa proporción, afirma el profesor de Esade Business School, cuanto más vendas, más ingresos tendrás, y también más gastos, pero con un beneficio que podrás reinvertir. “Esta mecánica de relojero, en la que le das cuerda y observas cómo se mueve y ajustas y afinas algunas piezas, te permite incluso ver, por ejemplo, que tus costes de estructura son excesivos o saber cuánto tiempo tardarás en superar el punto muerto, obtener beneficios o cuántas unidades necesitarás para empezar a ser rentable. Te permite preguntarte ¿por qué son elevados los costes? Ah, por esto y por esto otro. ¿Y si cambiamos esto por aquello? ¿Y si externalizo esa fase? ¿Y si me centro en esta actividad y retraso aquellas otras? ¿Cuáles son tus márgenes? ¿Puedo ajustarlos más? ¿Cuánto tengo que vender para cubrir costes? O pensar: ¿opto por un modelo de rotación o de margen?”.
Segmentos de mercado
 La propuesta de valor es importante, pero no más que los clientes. Son el centro de cualquier modelo, porque sin clientes no hay negocio. Y esto que puede parecer una perogrullada de manual no se suele tener muy en cuenta. La causa suele ser que muchos proyectos nacen enfocados a producto y no al cliente.
Y eso ¿qué riesgos implica? Tu idea puede ser maravillosa –o parecértelo a ti–, pero sin ningún interés comercial. “Suele pasar en proyectos lanzados por ingenieros –aclara Riera– muy orientados a cómo lo voy a hacer, qué funcionalidades ofreceré… proyectos muy enfocados a producto. Después se plantean buscar si alguien está dispuesto a pagar por su producto”. La principal causa de fracaso en este sentido, considera Riera, es aquella vinculada a ventas: “Estamos enamorados de nuestro invento, pero no hay nadie que quiera pagar por ello, porque no cubre ninguna necesidad ni soluciona ningún problema. Por eso, lo primero es encontrar un cliente y una propuesta de valor para ese cliente”.
La obsesión por encontrar clientes no debe llevarte a disparar a bulto, pensando en que cuanto más abarques, mejor. No creas que tus clientes son todos. Inicialmente, focaliza, y ya habrá tiempo –según evolucione la empresa– para ampliar y/o cambiar los segmentos de clientes.
“Lo ideal –dice Megías– es buscar un nicho, cuanto más pequeño y vertical, mejor, porque un nicho resuelve la necesidad de un grupo muy concreto, normalmente no muy bien atendido, con lo cual suele estar dispuesto a pagar por ello”.
Canales
Este elemento incluye tanto los canales que vamos a utilizar para explicar a nuestros clientes cuál es la propuesta de valor como para ofrecérsela (venta y postventa). Como explica Osterwalder en Generación de modelos de negocio, se pueden utilizar y combinar diferentes canales (directos e indirectos y propios y de socios). Así, un modelo podría elegir y/o combinar entre un equipo comercial propio, una tienda online, una tienda física propia o de terceros, mayorista, etc. “Los canales de socios reportan menos márgenes de beneficios, pero permiten a las empresas aumentar su ámbito de actuación y aprovechar los puntos fuertes de cada uno de ellos. En los canales propios, especialmente en los directos, los márgenes de beneficios son mayores, pero el coste de su puesta en marcha y gestión puede ser elevado. El truco consiste en encontrar el equilibrio entre los diversos tipos de canales para integrarlos de forma que el cliente disfrute de una experiencia extraordinaria y los ingresos aumenten lo máximo posible”.

martes, 29 de noviembre de 2016

Frases de anthony robbins
















LAS 3 CLAVES PARA UN ÉXITO SIN LÍMITES de Tony Robbins

Estas cinco claves van a servirte como indicadores en la carretera del éxito y la felicidad. Sin ser misteriosas ni profundas, son absolutamente cruciales. Si llegas a dominarlas, tus posibilidades no tendrán límites. Pero si no las usas, tú mismo te habrás marcado límites en cuanto al límite que puedes alcanzar. 

La decisión y una mentalidad positiva sirven para empezar, pero no representan la solución completa. En ausencia de disciplina, la decisión es el comienzo del desengaño. Sin embargo la decisión acompañada de la disciplina obra milagros.



Clave 1: TIENES QUE APRENDER A SUPERAR LA FRUSTRACIÓN.

Si quieres llegar a ser todo lo que podrías ser, hacer todo lo factible, oír todo lo escuchable y ver todo lo que merece verse, debes aprender a superar la frustración, que es capaz de romper los sueños y de convertir una actitud positiva en negativa y un estado de poder en un estado de desvalimiento.

Lo peor de la actitud negativa es que destruye la autodisciplina. Y perdida la autodisciplina, perdidos también los resultados que uno deseaba. Así que, para asegurarte el éxito a largo plazo debes aprender a disciplinar tu frustración. Voy a decirte algo: la clave del éxito es una frustración de mayor cuantía. La recompensa por superar la frustración es enorme.

El que se arruina probablemente no ha sido capaz de soportar mucha frustración. Uno dice: “Muy bien, estoy en quiebra y por eso me siento frustrado “. Lo que pasa es que lo ha entendido al revés. Si hubiera encajado mejor la frustración sería rico. Una de las principales diferencias entre los financieramente solventes y quienes no lo son es la capacidad de encajar frustraciones. No soy tan indiferente como para insinuar que la pobreza no conlleve, también, grandes frustraciones. Lo que digo es que el camino para no ser pobre pasa por encajar más y más frustraciones hasta que uno logra triunfar.

Popularmente se dice: “La gente rica no sabe lo que es pasar apuros”. La realidad es que quien emprende algo pasa más apuros que nadie; la cuestión es saber enfrentarse a ellos, idear nuevas estrategias, ingeniar nuevas alternativas.

He aquí una fórmula para vencer el estrés en dos etapas. Número uno: no te dejes abrumar por pequeñeces. Número dos: no olvides que, en realidad, todo es una pequeñez. Todos los triunfadores han llegado a saber que el éxito está oculto al otro lado de la frustración.

Clave 2: TIENES QUE APRENDER A SUPERAR EL RECHAZO.

¿Habrá algo en el lenguaje humano que duela más que la simple palabra “no”? El desafío más grande para todo aquel que se haya formado en nuestra cultura es la dificultad de superar un “no”. ¿Qué harías si supieras que no puedes fracasar? Piénsalo ahora. Si tuvieras la seguridad de no fracasar, ¿Influiría ello en tu comportamiento? ¿No te permitiría hacer exactamente lo que deseas? Así pues, ¿qué te lo impide? Es esa palabra de dos letras, el “no”. Para triunfar, debes aprender a encajar el rechazo sabiendo cómo despojarlo de todo su poder.
¿Cuántas veces has deseado acercarte a alguna persona interesante y dirigirle la palabra, pero no lo has hecho para no tener que escuchar un posible “no”? ¿Cuántas veces has decidido no presentarte a una oferta de empleo, o no visitar a un cliente, o no pasar una prueba porque tuviste miedo a una negativa? Date cuenta ahora de lo absurdo que es eso. Date cuenta de que te pones cortapisas a ti mismo por temor a una palabra de dos letras. Y eso que la palabra en sí no tiene ningún poder: ni corta, ni te priva de ninguna de tus fuerzas. Todo su poder procede de la manera en que te la representas tú mismo, de los límites que te impones ante ella 

¿Y cuál es la consecuencia de unos pensamientos limitados? Pues una vida limitada. El que sabe controlar su cerebro puede controlar su reacción ante un rechazo. Incluso puede instalar un anclaje de modo que el “no” le sirva de estímulo.

Además, sin rechazo no hay triunfo auténtico. Cuantas más negativas recibas, más habrás aprendido y más cerca te encontrarás de tu objetivo.

Clave 3: TIENES QUE APRENDER A SUPERAR LA PRESIÓN FINANCIERA.

La presión financiera sólo la desconoce aquel que no tiene finanzas de ninguna clase. Hay muchos tipos de presión financiera y han hundido a muchas personas. Pueden propiciar la codicia, la envidia, el engaño o la paranoia; pueden embotarte la sensibilidad o privarte de amigos. Pero fíjate en que he dicho que “puede”, no que vaya a ser así necesariamente.

Superar la presión financiera quiere decir saber tomar y saber dar, saber ganar y saber ahorrar. Cuando empecé a ganar dinero las cosas se me complicaron. Los amigos me negaban su ayuda, diciendo “Estás lleno de dinero. ¿Qué problema tienes? “. Yo negaba que fuera así, pero ellos no me creían. De súbito la gente me contemplaba de otra manera y sólo porque había cambiado mi situación económica; algunos, incluso, se mostraron bastante resentidos. De modo que ese es un género de presión financiera.

No tener dinero suficiente es otro género de presión financiera. Les ocurre a muchos. Pero, tenga uno mucho o poco dinero, la presión siempre está ahí . Recuerda que todas las acciones de la vida están guiadas por nuestra filosofía, por las representaciones internas que nos dictan cómo actuar. Para un modelo magnífico de cómo superar la presión financiera consulta la obra “El hombre más rico de Babilonia” de George S. Clason. ¿La has leído? En caso afirmativo, léala otra vez; de lo contrario, cómpralo enseguida. Es un libro que puede hacerte rico, feliz y totalmente dispuesto a triunfar.

Para mí, la más importante de sus enseñanzas es la que dice que debemos regalar el 10 por ciento de todo cuanto ganamos . Es verdad. ¿Por qué? En primer lugar, porque cuando uno ha sacado algo siempre se ve obligado a devolver algo. Otro motivo es que se crean valores para uno mismo y para los demás. Y lo más importante: decirle al mundo y a tu propio inconsciente que tienes más de lo que necesitas. Esa es una creencia muy poderosa, y vale la pena fomentarla. Si a ti te sobra, eso quiere decir que tienes lo necesario y que otros pueden conseguirlo también, y ésa es una creencia que tiende a realizarse por sí misma.

¿Cuándo empezaremos a regalar ese 10 por ciento? ¿Cuando seamos ricos y famosos? No. Debe hacerse desde el principio. Lo que uno da es como una semilla que siembra . Debe invertirlo, no comérselo, y la mejor manera de invertirlo es regalarlo a fin de que produzca valores para los demás. ¿Cómo? Es fácil averiguarlo. Hay mucha necesidad a nuestro alrededor.

Tras haber regalado un 10 por ciento de tus ingresos, dedica otro 10 por ciento a pagar tus deudas y un tercer 10 por ciento al ahorro, con el fin de acumular un capital para futuras inversiones. Debes arreglártelas para vivir con el 70 por ciento restante. Vivimos en una sociedad capitalista, donde la mayoría de las personas no son capitalistas. Por tanto, no disfrutan del nivel de vida que desean. ¿Para qué vivir en una sociedad capitalista, repleta de oportunidades, si no aprovechamos ese sistema por cuya creación lucharon nuestros predecesores?

Aprende a guardar tu dinero y a utilizarlo como capital. No acumularás nada si lo gastas todo; jamás dispondrás de los recursos que necesitas. La conclusión es que con el dinero ocurre lo mismo que con todo lo demás. Puedes hacerlo trabajar a tu favor o en tu contra. Debes ser capaz de manejar el dinero como cualquier otro elemento de tu mente, con la misma idoneidad en cuanto a los fines y la misma elegancia. Aprende a ganar, a ahorrar y a dar. Si lo consigues dominarás la presión financiera y el dinero no será nunca más un estímulo que te ponga en un estado negativo, haciéndote caer en la infelicidad o tratar con los demás en condiciones de inferioridad muy alejadas de la plenitud de recursos.


lunes, 28 de noviembre de 2016

6 consejos para aprender de tus errores

Todos podemos equivocarnos en alguna tarea laboral, lo importante es saber enfrentarlo para aprovechar la experiencia y salir adelante.

Todos cometemos errores, pero no todos los enfrentamos de la misma manera. Enojo, frustración y miedo son los sentimientos que más comúnmente nos invaden cuando nos equivocamos, pero hay quienes en lugar de lamentarse deciden aprovechar la experiencia para aprender y salir adelante.
Un estudio reciente que publicó la revista Psychological Science, encontró que las personas que piensan que pueden aprender de sus errores tienen una reacción cerebral que les permite recuperarse con éxito después de cometerlos. Por el contrario, la gente que asume los errores en sentido negativo, se frustra, se bloquea y, en un segundo intento, lo más probable es que vuelva a fallar.
Sin embargo, aprovechar el potencial de tus deslices no es tan simple. Aquí te presentamos seis pensamientos que te ayudarán a reflexionar y convertirlos en una ventaja competitiva:  
Equivocarme es lo mejor que me pudo ocurrir. Ten en cuenta que las personas exitosas siempre buscan la perfección, pero se permiten cometer errores e intentar una y otra vez las cosas antes de tener éxito. Hay miles de ejemplos de faltas que han llevado a grandes descubrimientos, por ejemplo, Alexander Fleming, quien descubrió la penicilina cuando accidentalmente dejó abierto uno de sus frascos de laboratorio.
Si nadie más se entera, no hay error. No es necesario que te la pases ventilando tus equivocaciones, pero analiza si debes de comentarlas con tu jefe o alguna otra persona para buscar una solución.
Los errores ocurren en el peor momento. Una de las leyes de Murphy dice que las cosas salen mal en el peor momento. Esta frase es muy cierta, pero no es coincidencia. La presión, el cansancio o el estrés nos hacen más propensos a cometer errores y nos quitan tiempo para reconocerlos y arreglarlos. La mejor forma es evitar riesgos en los momentos de mayor tensión.
Errores llaman errores. Muchas veces cuando cometemos un error importante, tratamos de corregirlo tan rápido que no pensamos en las consecuencias y esto nos lleva a faltas mucho más grandes. Si estas en una situación delicada y cometes un error, mantén la calma, reflexiona y tómate el tiempo necesario para encontrar la mejor solución.
Más vale prevenir que darle “clic”. En la era del Internet y las redes sociales, los errores se pueden propagar a una velocidad increíble y mucha gente lo notará. Por eso, asegúrate de revisar y volver a leer cualquier cosa antes de que la envíes. Una vez que oprimes el botón de “enviar”, no hay nada que puedas hacer para evitarlo.
En cada una de las decisiones que tomamos en nuestra vida diaria, desde la más simple a la más importante, corremos el riesgo de equivocarnos, pero no aceptar los errores, achacárselos a otros, empeñarse en alcanzar la perfección, o ignorarlos, son actitudes que pueden convertirse en verdaderos obstáculos para tu crecimiento personal y profesional.

Biia Lab, el cambio en la Educación que el Mundo necesita

Que un grupo de expertos e intelectuales se interesen por mejorar la educación de las personas no ocurre todos los días, recientemente en las redes sociales camina un movimiento que suma seguidores y adeptos en pro de hacer mejores seres humanos radicados en Potenciar el Ser, el Pensar y el Hacer.
Biia Lab es una iniciativa que en cabeza del Gurú de Neuromarketing Jurgen Klaric  propone la puesta en marcha de una Organización que se fundamenta en un método práctico educativo que antepone el “SER” sobre el intelecto y además apoya a emprender de forma sostenible.
Biia Lab (Business & Innovation of America) ofrece educación híbrida, las empresas requieren talento en vez de títulos, gente con competencias específicas y actitudes claves, el sistema educativo de hoy fue creado hace dos siglos en un momento distinto, para un mundo distinto, con necesidades distintas, sino se amolda la educación a las necesidades actuales seguirán formando personas temerosas de dar el paso definitivo que les permita su felicidad.


“Nosotros no somos una universidad,  ni pretendemos serla, somos un laboratorio de transformación humana, rápida y práctica” Biia Lab.
Biia Lab enseña a través de Líderes y académicos transmiten conocimientos de manera inspiradora, ya que los docentes de hoy deben ser guías y maestros, personajes que permitan Conectar  con el estudiante no sólo de manera académica sino también emocional para lograr inspirar a éstos en un aprendizaje lleno de experiencias y retroalimentaciones.

El Método Biia Lab

Biia Lab  enseña a pensar y capacitarte de forma práctica, actualizándote para el momento,  y  así encaminar  hasta  el “HACER” y “EMPRENDER” de forma sustentable en ámbitos sumamente competitivos.
Es un método educativo innovador creado en laboratorios neuropedagógicos amoldados para los momentos actuales, usan pizarras Wacom digitales, salones de Design Thinkingtransmisiones broadcast en tiempo real,  mesas de ejercicios grupales, los más avanzados laboratorios de neuropedagogía y neuromarketing, y una plataforma propia de E-learning (www.biialab.org) con gamification y herramientas de colaboración social (tv.biialab.org) para motivar e involucrar al estudiante a que complete satisfactoriamente su formación.

Esta educación esta dirigida gratuita para cualquier persona que desee mejorar su nivel de aprendizaje y también existe la Educacion Paga para altos ejecutivos y universitarios que necesitan actualizarse y ser los mejores en sus campos.
“De cada 129 personas en Latinoamérica solamente 1 se considera realizada profesionalmente, feliz y próspera”. Biia lab.
Biia Lab enseña lo que se requiere en los países emergentes (Peru ya inicio, sigue Colombia y vienen muchos países más) en temas como Finanzas Personales, Marketing, Gestión de proyectos, Liderazgo, Programación, Innovación, Emprendimiento corporativo y personal, entre otros.
“Los jóvenes deben seguir sus pasiones porque es la única forma, que llegarán a ser felices y ya no irán más a un trabajo por obligación sino porque realmente les gusta” Jurgen Klaric.
Nosotros ya nos unimos, esperamos amigos que se unan a este nueva forma de capacitación y adquirir conocimiento de alto nivel y repliquen este caso de éxito que dará mucho de que hablar en nuestros países.
Mayor información en las paginas del proyecto www.biialab.org  y  www.tv.biialab.org